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El P 300 o Potenciales Cognitivos es un estudio correspondiente a la Neurología, cuyo componente es de gran utilidad para el estudio no sólo de los procesos cognitivos sino también de la fisiopatología de enfermedades complejas como la esquizofrenia.

Dicho componente refleja el estado de funciones de control atencional y de memoria, ambos necesarios para una evaluación final del estímulo. El potencial P 300 se caracteriza por su alta sensibilidad para detectar alteraciones en el funcionamiento cognitivo, lo cual permite objetivar déficits cognitivos antes de que puedan valorarse con los estudios neuropsicológicos convencionales.

El P 300 o Potenciales Cognitivos es de mucha utilidad en la valoración de las funciones cognitivas en gran número de trastornos. Por ejemplo, en los trastornos del neurodesarrollo como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se observan alteraciones en la latencia y amplitud tanto del componente P 300 auditivo como visual.

Por medio del P 300 es posible valorar la respuesta al tratamiento farmacológico de los pacientes (tanto adultos como niños) con TDAH, observándose una mejora o normalización de las alteraciones de los potenciales cognitivos en los pacientes que responden a la medicación.

Por otra parte, el P 300 aporta información objetiva en la valoración de la disfunción cognitiva en patologías como: esclerosis múltiple, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, síndrome de hipersensibilidad química múltiple, enfermedad de Parkinson, depresión, alcoholismo, abuso de drogas, traumatismo craneoencefálico, deterioro cognitivo asociado a la edad, etc.

La realización de este estudio no requiere ningún tipo de preparación.